La prevalencia de la depresión por el envejecimiento en personas mayores de 65 años varía entre un 8,8% y un 23,6% (Copeland et al., 2004). Sin embargo, estas cifras podrían ser aún mayores dado que este trastorno está a menudo infradiagnosticado entre la población mayor (Birrer y Vemuri, 2004).

La depresión en las personas mayores:

  • Aumenta la incapacidad y dependencia
  • Se asocia a un empeoramiento del estado de salud general
  • Favorece el deterioro de las funciones cognitivas
  • Todo lo anterior se traduce en un descenso significativo en la calidad de vida de estas personas
  • No afecta solo a quién la padece, también tiene consecuencias familiares

Además de los problemas de depresión por el envejecimiento, es también común observar problemas de ansiedad entre las personas mayores. Según un estudio realizado por Beekman y colaboradores (2000), el 10,2 % de la población mayor padece algún tipo de trastorno de ansiedad. Esta también afecta al deterioro cognitivo y aumenta la probabilidad de dependencia.

La depresión y la ansiedad durante la vejez suelen aparecer de manera comórbida. Tal es así que prácticamente la mitad de las personas mayores con un trastorno depresivo mayor presentan a su vez algún trastorno de ansiedad (Beekman et al., 2000).

A veces, es difícil advertir los síntomas o hacer el diagnóstico en personas mayores y se atribuye su apatía, falta de interés, tristeza o miedos al propio proceso de envejecimiento. Pero si sospecha que existen síntomas de depresión o ansiedad debe consultar con el médico y poner en marcha tratamientos farmacológicos o psicológicos que le ayuden. La activación conductual que se realiza en los centros de día en Madrid de Salus Mayores es una terapia eficaz que puede ayudarle a mejorar la ansiedad y/o depresión en personas mayores.

Autor: Paula de Cos

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