La fisioterapia respiratoria constituye una actividad terapéutica imprescindible para mejorar las posibilidades ventilatorias de los pacientes aquejados de patologías respiratorias. El objetivo de estas técnicas terapéuticas es aliviar todo lo posible la sintomatología y complicaciones del aparato respiratorio, enseñar al paciente a lograr la máxima capacidad ventilatoria para la realización de las actividades de la vida diaria y conseguir la autonomía física, social y laboral en la medida de lo posible de cada paciente.
La fisioterapia para mayores resulta útil en diferentes enfermedades y problemas pulmonares provocados por:
- Patologías pulmonares: pueden ser de tipo obstructivo o restrictivo.
- Entre los síndromes obstructivos encontramos los casos de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), bronquitis crónica, enfisema pulmonar, atelectasias, bronquiectasias (congénitas, síndrome de Kartagener o adquiridas) y todos los tipos de asma bronquial (extrínseco o alérgico; intrínseco, idiopático o infectivo y mixto)
- Los síndromes restrictivos que se tratan con fisioterapia son el derrame pleural (trasudado, exudado, neumotórax, hemotórax, quilotórax), enfermedades del diafragma y de los músculos respiratorios (provocadas por neoplasias, mielopatías, esclerosis lateral amiotrófica, encefalitis, neuropatías periféricas, traumatismos, infecciones, etc.) y enfermedades infecciosas difusas como pueden ser la tuberculosis pulmonar, el absceso de pulmón, las neumonías y bronconeumonías.
- Patologías neurológicas: La caja torácica, el diafragma y los pulmones en numerosas ocasiones se encuentran afectados a consecuencia de problemas neurológicos o neuropatías periféricas. Ejemplo de ello son los casos avanzados de Párkinson, atrofia multisistema, PSP, escleroris lateral amiotrófica, en ciertas lesiones medulares, tras haber sufrido un ictus…
- Patologías traumatológicas: se puede producir una disfunción ventilatoria ante cualquier enfermedad neuromuscular generalizada, traumatismos, fracturas (costales, vertebrales, claviculares), lesiones toracoabdominales, parto, cirugía torácica, distrofia miotática, Lupus, rotura diafragmática…
La fisioterapia respiratoria resulta beneficiosa en todos estos problemas y es capaz de conseguir los siguientes objetivos:
- Educar al paciente en su mecánica ventilatoria para aprovechar al máximo su capacidad respiratoria mediante la reeducación de la dinámica diafragmática, costal y del músculo transverso del abdomen.
- Facilitar la eliminación de las secreciones traqueobronquiales para evitar la obstrucción respiratoria y la aparición de infecciones. Esto se lleva a cabo mediante una rutina de higiene bronquial a través de técnicas de desobstrucción bronquial. Las más utilizadas son el drenaje bronquial, la percusión y la vibración, realizar una respiración segmentaria y trabajar la tos.
- Disminuir la resistencia de la vía aérea y el trabajo respiratorio. Para ello el fisioterapeuta realiza un entrenamiento de los músculos respiratorios y facilita una respiración dirigida.
- Prevenir y tratar las complicaciones pulmonares que puedan surgir a consecuencia de la propia patología, el tratamiento o la cirugía.
- Aumentar la tolerancia al ejercicio mediante un programa de readaptación al esfuerzo.
Autor: Javier González López