Cuando la enfermedad avanza y se requiere urgentemente de la ayuda de profesionales en la rehabilitación de Alzheimer, uno de los problemas más interferentes para el paciente y frustrantes para la familia es la afasia, es decir, la pérdida de la capacidad de expresión y comprensión del lenguaje. Aquí dejamos unas pautas muy sencillas que pueden facilitar la comunicación:
- Cuando no recuerde el nombre de las cosas no debemos forzarle si no tranquilizarle y debemos aceptar sus “muletillas” si hemos entendido el mensaje.
- Tenemos que hablarle despacio, claro, con frases sencillas, pero en un tono de voz normalizado.
- Estimular el inicio de conversaciones, promover que hablen, que se expresen incluso cuando su discurso no nos resulte atractivo e ir ayudándole a guiar su conversación hacia lo que quieren expresar pero respetando sus pausas, sus tiempo y sus errores.
- No debemos hacer preguntas amplias, es mejor hacer preguntas concretas y darle a elegir entre opciones cerradas. Por ejemplo: ¿Prefieres un yogurt o una fruta? Si le preguntamos ¿Qué quieres de postre? No nos sabrá responder pero ante la pregunta cerrada si nos sabrá decir cuál es su preferencia.
- Para comunicarle algo importante debemos centrar su atención, tratar de aislar los ruidos del entorno y asegurar que nos esta mirando y atendiendo en ese momento.
- En el ambiente tranquilo es donde mejor va a expresarse y se va a sentir muy perdido/a en las conversaciones que participan más de dos personas.
Y recordad, el lenguaje no verbal y nuestro cariño siempre le llegará, incluso cuando las palabras no sean capaces de transmitir.
Autor: Sara Montes Álvarez