Las piernas cansadas se producen por una vasodilatación de las paredes venosas haciendo que se marquen más en la superficie apareciendo las temidas varices y arañas vasculares, además suponen un problema de salud ya que las venas no tienen la capacidad de realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón.
En este artículo te vamos a dar unos consejos de fisioterapia para mayores para que los añadas a tus hábitos y rutina del día a día.
- Muévete: en ocasiones, debido al trabajo o a viajes largos, nos toca estar mucho tiempo quietos ya sea de pie o sentados, lo cual no favorece en nada al retorno venoso. En estos casos lo mejor que podemos hacer es movernos. Si tienes que estar mucho tiempo de pie, intenta dar pequeños paseos de vez en cuando o ir haciendo un traspaso de peso desde tus talones hacia la punta de los pies y viceversa. En el caso de que te toque estar sentado, también viene bien darse algún paseo siempre que se pueda, esto hará que al activar la musculatura de las piernas se active la conocida BOMBA MUSCULOESQUELÉTICA, lo que generará impulsos sanguíneos eficientes que ayudan al retorno venoso.
Por otra parte, es también sabido que el sobrepeso es un factor de riesgo en la aparición de mala circulación, por lo tanto llevar una vida activa nos ayudará a mantener un peso adecuado.
- Descansa: es importante también descansar, pero hacerlo de una forma adecuada para favorecer el retorno venoso. Cuando estemos en casa sentados es conveniente hacerlo con las piernas en alto, sobre un pequeño banquito o reposa pies, si en ese momento estamos con pesadez de piernas nos vendrá bien hacer movimientos a nivel del tobillo como puede ser llevar la punta del pie hacia arriba y hacia abajo y/o dibujar círculos con la punta del pie. También se pueden elevar las piernas en la cama colocando cojines a los pies haciendo que éstos se eleven algunos centímetros o colocando por ejemplo una manta doblada debajo del colchón. Es importante también evitar cruzar las piernas a la altura de las rodillas cuando estamos sentados.
- Evita el calor: el calor directo sobre las piernas favorece la dilatación de las venas, de ésta manera pierden parte de su capacidad contráctil, por eso debes evitar fuentes de calor dirigidas directamente a las piernas y las duchas de agua muy caliente. Al principio puede resultar difícil, sobre todo en invierno, pero verás como rápidamente te acostumbras y empezarás a notar tus piernas más ligeras.
- Vigila tu calzado y ropa: las prendas de ropa muy ajustadas no son aconsejables, ya que pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Elige prendas y calzado ancho, evita el uso de tacones altos, calcetines con goma y cinturones apretados.
- En cuanto a la comida: como bien es sabido, somos lo que comemos, por eso en estos casos es recomendable llevar una alimentación rica en antioxidantes que nos ayudarán a mejorar nuestra circulación, estos antioxidantes se pueden encontrar en: legumbres (lentejas, judías, guisantes y soja), el té y el vino tinto, la remolacha, las berenjenas, tomate, cebolla, ajos, pimientos y algunas frutas como las uvas, granadas, fresas, frambuesas y arándanos.
Tanto el sobrepeso, como comentamos anteriormente, como el estreñimiento pueden afectar a la circulación, por ello también es recomendable incluir en nuestras comidas la fibra, fruta, verdura y cereales.
Es importante también reducir el consumo de sal, que nos permitirá retener menos líquidos. Prueba a sustituir la sal por zumo de limón o diversas plantas aromáticas.
- Tómate un momento para cuidarte y relajarte: es conveniente en estas situaciones terminar las duchas con un baño de agua fría en las piernas. Después de la ducha puedes aprovechar para darte un masaje en los pies, esto ayudará a activar la circulación y favorecer el retorno venoso.
Autor: Juan César Alia Villas