El ICTUS es la interrupción de la circulación de sangre que llega al cerebro provocado por la rotura o el taponamiento de un vaso sanguíneo. Cuando esto ocurre la sangre no llega a una parte del cerebro lo que provoca una hipoxia, es decir las células afectadas no reciben la suficiente cantidad de oxígeno y mueren.Imagen de una persona mayor realizando ejercicio físico después de un ictus

Esto supone una de las causas más importantes de incapacidad permanente provocando secuelas que afectan la calidad de vida y es la segunda causa de muerte en la población.

Existen dos tipos de ICTUS, isquémico caracterizado por una interrupción del flujo sanguíneo en un área del cerebro y el tipo hemorrágico caracterizado por una lesión debido a la extravasación del flujo sanguíneo provocada por la rotura de un vaso sanguíneo.

La fisioterapia tiene un papel imprescindible en la recuperación y en la disminución de las secuelas cuyo objetivo principal es reactivar la plasticidad cerebral, que es la capacidad del sistema nervioso para producir cambios en su estructura y funcionamiento, para recuperar las funciones perdidas.

Una de las herramientas utilizadas durante en tratamiento fisioterapéutico es el ejercicio terapéutico ya que de una manera proporcionada favorece a reactivar la neuroplasticidad cerebral ya que genera cambios en el SNC estructurales y en su funcionamiento cuando recibe suficiente estimulación.

Los beneficios que produce el ejercicio terapéutico son tales como disminuir la mortalidad y prevenir el riesgo de enfermedades, así como el control neuromuscular para favorecer la coordinación, el tono muscular y la capacidad funcional del paciente.

Por todo ello, la rehabilitación de Ictus en Madrid basada en el ejercicio terapéutico en el paciente que ha sufrido un ICTUS es uno de los tratamientos que muestran una alta evidencia científica para la recuperación tras un accidente cerebro vascular.

Autor: Juan César Alía Villas

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