La disfagia se define como la dificultad para tragar (paso de la comida de la boca al esófago) y es un problema muy frecuente en personas de la tercera edad, pacientes que padecen la enfermedad de Parkinson y cualquier otra enfermedad neurológica o neurodegenerativa; ya que la rigidez, el temblor, la bradiscinesia (lentitud a la hora de realizar determinados movimientos), etc, pueden afectar a la musculatura de labios, lengua, mandíbula, velo del paladar, faringe y laringe ocasionando estos trastornos deglutorios.
Sus principales consecuencias son la desnutrición, malnutrición, deshidratación y aspiraciones broncopulmonares que a menudo desencadenan en neumonías aspirativas. Éstas son unas de las principales causas de mortalidad en estos pacientes.
A continuación se proponen una serie de estrategias que pueden ayudar tanto a pacientes como familiares o cuidadores de personas que padecen estos problemas. Muchas de ellas son aplicadas por nuestro equipo de logopedia en nuestros centros de día en Madrid.
ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA DEGLUCIÓN
- Mantener una buena higiene bucal y colocar de forma correcta la dentadura.
- Mantener una buena postura a la hora de comer y de beber; bien sentados, con los pies descruzados y apoyados en el suelo.
- Utilice una mesa alta para reducir la distancia del plato a la boca. De esta forma se reducirá la distancia del plato a la cavidad oral.
- Si se tiene temblor y se cae la comida del cubierto, apoyar el brazo contra el costado y realizar movimientos rápidos.
- Poner poca cantidad de comida (incluso si son pastillas) en parte media de la lengua o colocarla en el lado que mejor mueva y lo más atrás posible.
- Cerrar los labios con fuerza y masticar exageradamente: pero con la boca cerrada.
- Cuando se vaya a tragar contener la respiración, apoyar la barbilla en el pecho y tragar la comida con fuerza. Realizar más de un trago sin comida para eliminar los restos de alimento que puedan quedarse en la boca.
- Toser con fuerza cuando se termine de comer; así eliminará los restos que puedan quedar en la boca, garganta o cuerdas vocales.
- Acordarse de la importancia que tiene tragar saliva y se debe hacer siendo consciente de ello.
- Después de cada comida se debe quedar sentado un ratito en posición vertical para evitar el reflujo nasal de los alimentos.
- En el caso de atragantarse, respirar profundamente por la nariz y toser con fuerza.
- Para evitar comer de forma compulsiva se debe utilizar cubiertos de postre. Entre bocado y bocado deje el cubierto sobre la misa y no se cogerá hasta no haber tragado.
RECOMENDACIONES SEGÚN LA CONSISTENCIA DE LOS ALIMENTOS
LÍQUIDOS
- El enfermo debe de beber a sorbitos y en el momento de tragar inclinar la cabeza hacia delante (apoyar el mentón en el pecho).
- Si bebe de forma seguida, nunca inclinar la cabeza hacia atrás.
- Si se atraganta frecuentemente con líquidos, se debe de espesar.
SÓLIDOS
- Se aconseja que coma en pequeñas cantidades y que mastique despacio mientras mantiene la boca cerrada.
- Evitar alimentos muy duros, secos, que se desmenucen y que se peguen al paladar.
- Triturar los sólidos (en caso de no poder masticar) hasta conseguir una consistencia similar a la crema o el puré.
- Insistirle en que no trague hasta que no haya masticado todo muy bien, y si es necesario, que realiza más de un trago para evitar que queden restos de comida en la boca o en la garganta.
- No meter comida en la boca hasta que no se trague lo que anteriormente se tiene.
SEMISÓLIDOS
- Evitar que coma alimentos sólidos y líquidos a la vez cuando se atragante con líquidos y le resulte difícil manipular la comida dentro de la boca.
- Comer el alimento bien triturado y evitar grumos.
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Autor: Andrea Prieto García