El ictus es una enfermedad cerebrovascular, un trastorno brusco de la circulación sanguínea cerebral que genera una combinación de síntomas físicos, mentales comportamentales y emocionales que pueden persistir en el tiempo debido a la falta de aportación de nutrientes a las neuronas. Hasta el 45% de los pacientes a los tres meses después del ictus presentan discapacidad moderada o severa y, por tanto, una limitación en su capacidad funcional. Sin embargo, esta enfermedad, se puede prevenir, tratar y recuperar. Existen dos tipos de ictus: el ictus isquémico, que se origina por la obstrucción de un vaso sanguíneo, normalmente originado por la acumulación de grasa. El segundo tipo es el ictus hemorrágico se produce por rotura del vaso, provocando una hemorragia intra o extracerebral.
Las principales causas son:
- La edad
- Haber sufrido un ictus
- Antecedentes familiares
- Obesidad
- Hipertensión
- Fumar
Precisamente por eso, desde “Salus Mayores” nos preocupamos por enseñar a combatir y prever la aparición con nuestro servicio de rehabilitación de ictus en Madrid.
Es muy importante llevar una vida sana para prevenir este tipo de enfermedad, para ello debemos tener una dieta equilibrada, realizar ejercicio con regularidad evitando el sedentarismo, realizar estimulación cognitiva diaria y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Además, os mostramos unos ejemplos muy sencillos y gráficos para conocer si estamos ante la presencia de un ictus. Podemos llevar a cabo estas tres comprobaciones:
- Asimetría facial: Pedir al paciente que sonría para comprobar si ambos lados de la cara se mueven de forma simétrica. En caso anormal, un lado mostraría deficiencias para moverse.
- Fuerza en los brazos: el paciente debe estirar los brazos durante 10 segundos. En caso anormal, uno de los brazos no se mueve o cae respecto al otro.
- Lenguaje: Se indica al paciente que hable. En caso anormal, arrastra las palabras, tiene problemas para hablar o no habla.
Autor: Sara Montes Álvarez
