Cuando existe una lesión en el sistema nervioso puede cursas con alteraciones tanto cognitivas como físicas tales como: alteraciones posturales, en marcha o equilibrio, hemiparesias, alteración de la función cognitiva, atencional en la memoria o en la planificación o déficits en la preparación, ejecución y aprendizaje del movimiento en otros signos y síntomas.
Las principales patologías que se tratan con la fisioterapia neurológica son los accidentes neurovasculares, ictus, esclerosis múltiple, Parkinson, parálisis cerebral, traumatismos cráneo-encefálicos, lesiones medulares, patologías neurodegenerativas y lesiones periféricas como la parálisis facial, entre otras.
Cuando se produce un daño en el sistema nervioso central o periférico existe un tiempo de rehabilitación donde se producen nuevas conexiones, proceso llamado neuroplasticidad (capacidad que tienen las células del sistema nervioso para cambiar y regenerarse). La capacidad de adaptarse a estos nuevos estímulos sigue presente en la edad adulta a través del aprendizaje.
De ahí la importancia de estimular y guiar los ejercicios para conseguir recuperar los movimientos perdidos. El conjunto de dichas técnicas mejorará el día a día del paciente y su calidad de vida. Es una terapia que se realiza para mejorar las funciones alteradas como la movilidad, el equilibrio o la postura. El objetivo principal es que el paciente pueda volver a realizar sus actividades cotidianas con normalidad y poder valerse por sí solo.
Este concepto no se entendería sin el aprendizaje motor que consiste en la realización y repetición de movimientos que permiten generar cambios de manera permanente para que el paciente pueda realizar una tarea de manera correcta y eficiente. En el aprendizaje motor es necesario realizar varias repeticiones de movimientos simples e ir incrementando la dificultad a movimientos mas complejos como objetivo de desempeñar una tarea.
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Autor: Javier González López