Desde el departamento de logopedia del Centro de Día Salus Mayores se quiere aportar una serie de ejercicios para facilitar la proyección vocal fuera de las sesiones de logopedia en el día a día de los usuarios con Parkinson. Estas pautas no frenarán los síntomas de la enfermedad ni sustituirán una intervención del logopeda. El Parkinson es una enfermedad progresiva y necesita a un profesional cualificado que siga y controle todo su proceso para la rehabilitación del Parkinson.  Pero pueden servir de apoyo para los usuarios, que conociendo las técnicas, se sientan perdidos en su día a día. Las pautas son las siguientes:

  • Previo a hablar, respirar de forma correcta y con un patrón adecuado. Esto permitirá que la voz se proyecte con mayor fuerza. Para poder conseguir esto, el paciente deberá conocer en que consiste dicho patrón. Será el logopeda, el profesional encargado de enseñárselo.
  • Si al inicio del habla no se produce voz, se procederá a hacer fuerza con las manos o con un elemento externo, al mismo tiempo que se comienza a hablar. Esta técnica será enseñada por el mismo profesional durante la intervención con el paciente.
  • Se evitarán los ambientes ruidosos y se procurará hablar frente al resto de personas, así la comunicación será más eficaz y se proyectará mejor la voz.
  • Se evitarán las distancias largas, será recomendable hablar de cara a nuestro acompañante y de forma cercana.
  • Se cuidará de realizar proyecciones cortas, se contará de forma precisa lo que se necesita, evitándose los rodeos. En caso de ser conversaciones largas, se harán pausas de forma frecuente durante el discurso, para tomar aire y continuar. Esta técnica se practicara durante las sesiones de tratamiento.
  • Es habitual que en el Parkinson los finales de oraciones decaigan, esto hará que no se entienda lo que se quiere transmitir. Se pondrá especial cuidado en ello. De no ser capaz de mantener la fuerza durante la oración completa se formulará como si fuese una pregunta.
  • Se evitaran malos hábitos vocales como fumar, gritar, carraspear, tomar bebidas demasiado frías o permanecer en ambientes secos.
  • Se articulará de forma precisa, exagerando los movimientos linguales y labiales, llegándose a realizar una sobrearticulación, para que la producción sea más clara.

 

Cabe destacar que estos ejercicios son un apoyo a la intervención realizada por el logopeda. Se realizarán bajo la supervisión de este y siguiendo sus recomendaciones puesto que cada paciente es distinto y solo tendrá el tratamiento éxito, cuando la intervención se planifique de forma individual.

Autor: Sara Beret Trancón

Contactanos
¿Necesitas ayuda?