La terapia física es una técnica utilizada en fisioterapia como forma de tratamiento de diversas patologías, o bien como prevención de las mismas. Como su propio nombre indica, el tratamiento a través de ejercicio o terapia física consiste en tratar al paciente mediante un programa de ejercicio que la persona pueda llevar a cabo.

Lo más importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de prescribir ejercicio terapéutico a un paciente son sus características y su contexto biopsicosocial.

Tenemos que tener muy claro cuales son los objetivos que queremos lograr con este ejercicio, que efectos va a producir en la persona, y las características de cada paciente para ser capaces de elegir correctamente cada ejercicio, con qué intensidad se va a realizar y cuál va a ser la frecuencia.

¿Por qué es importante la terapia física en personas mayores?

El ejercicio como forma de tratamiento tiene muchos beneficios, como por ejemplo la disminución del estrés, la mejora de la fuerza y la movilidad, la alteración de creencias y miedos, el aumento de la tolerancia a la carga, la mejora del sistema inmune, o en caso de hacerlo de manera grupal podemos añadir los beneficios de estar en un ambiente social.

Con el envejecimiento, las personas mayores suelen hacerse más dependientes, ya que aparecen muchas limitaciones causadas por el paso de los años, o bien pueden sufrir una patología determinada ( caídas, fracturas, esguinces, pérdida de fuerza..etc).

La práctica de ejercicio físico como prevención o bien el tratamiento a través de ejercicio cuando aparece la patología va a ser fundamental y de vital importancia para mantener o recuperar la máxima funcionalidad de la persona y que consiga ser lo menos dependiente posible.

Siempre que se aplique ejercicio como tratamiento se tienen que tener en cuenta todas las características de la persona y su contexto biopsicosocial.

Ejemplo de sesión de fisioterapia a través de ejercicio terapéutico

Paciente de 83 años que sufrió accidente cerebrovascular hace 3 meses, cuya consecuencia más notable ha sido la pérdida de movilidad y de fuerza en el miembro inferior izquierdo.

Inicio de la sesión

Movilidad activa de MMSS y MMII en todos los rangos de movimiento + 10X1 minuto de bicicleta estática con descanso de 30 minutos entre intervalo.

Parte central del tratamiento

  • Ejercicio de fuerza: 3X10 repeticiones con lastre en tobillos de extensión de rodilla, flexión y extensión de cadera y abducción + 3 series de 10 repeticiones de Sentadilla + Ejercicio isométrico para trabajo de abductores.
  • Trabajo de equilibrio y propiocepción a través de juegos y ejercicios dinámicos.

Parte final de la sesión

Vuelta a la calma y educación al paciente, pues es muy importante que la persona entienda porqué hace lo que hace.

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Autor: Ricardo Santiago Rodriguez

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