El pilates para personas mayores puede beneficiar de manera efectiva múltiples aspectos de nuestra vida. Mejora el tono muscular, corrige la postura, aumenta la flexibilidad, trabaja la coordinación, disociación, precisión y destreza, mejora y mantiene la movilidad articular, aumenta el equilibrio, mejora la marcha, aumenta la capacidad pulmonar y proporciona autoconciencia corporal y autoconfianza.
Estos ejercicios los pueden realizar personas con diferentes patologías: por ejemplo, enfermedades neurológicas como Párkinson, PSP, sintomatología neurológica (como paresias, hemiplejias), patologías traumatológicas (lumbalgias, cervicalgias, rotura del manguito de los rotadores del hombro), etc. El fisioterapeuta adapta los ejercicios para evitar daños y lesiones dependiendo de las características de la enfermedad y buscando los objetivos que más se ajusten al grupo mejorando la sintomatología que presentan.