Las navidades implican compartir, recordar, emoción, reuniones familiares… ¿cómo afrontar estas fechas tan señaladas y emotivas con mi familiar con deterioro cognitivo?

El propósito de esta entrada es proporcionar una guía y orientar a los familiares de personas que sufren deterioro cognitivo ante las dificultades y retos específicos que pueden encontrarse en estas fechas.

imagen de un diseño con un dibujo de dos personas mayores con un pequeño texto que introduce el tema: cómo afectan las navidades a las personas con deterioro cognitivo

Las Navidades pueden implicar grandes cambios: bullicio, desplazamientos, alteraciones del horario habitual…La rutina cotidiana repetitiva y organizada ayuda a la persona con deterioro cognitivo. Sin embargo, en estas fechas la rutina se ve interrumpida y puede llevar a dudar en cómo afrontar la situación.

Para que la persona se sienta cómoda, es importante crear espacios tranquilos y mantener actividades que aludan a su vida diaria.

Es recomendable, que en estas fechas la persona cuidadora descanse de su rutina y pueda repartir las tareas entre distintos familiares. Para ello, es importante trasladar a los familiares la situación de la persona con deterioro cognitivo y su estado, para que puedan actuar en consecuencia. La persona cuidadora principal es quien mejor sabe cómo actuar ante cualquier situación, por ello, es importante seguir su criterio.

Sin embargo, se debe tener cuidado con el exceso de estímulos ya que puede no ser positivo y provocar un aislamiento. Se recomienda que se haga de forma tranquila y no todos los familiares a la vez.

¡Recuerda que somos especialistas en estimulación cognitiva para mayores!

Algunas recomendaciones:

  1. Anticipar. Es importante informar debidamente y con tiempo al resto de los familiares de la situación y estado de la persona con deterioro cognitivo. Se pueden aportar pautas como:
    • Pautas para mejorar la comunicación: hacerles partícipes activos en las conversaciones, dirigirse a ellos usando su nombre y asegurando el contacto visual, utilizar frases cortas, evitar distractores en el entorno, hablando de uno en uno, no preguntar varias cosas a la vez, utilizar un tono de voz adecuado, dar espacio y respetar los tiempos de respuesta, no discutir ni llevarle la contraria.
    • A la hora de reunirse, asegurarse de que las reconoce y si no facilitarle el nombre y la familiaridad. Respetar su espacio personal y tratarle con respecto y afecto. En ocasiones, puede ser difícil para la persona con deterioro cognitivo reconocer a aquellas personas que no ven con frecuencia. Pueden sentirse inseguras a su alrededor, por lo que conviene que estas personas queridas se dirijan a nuestro familiar de una en una y bajo la supervisión y presencia de un cuidador con el que la persona con deterioro cognitivo se sienta segura. En caso de que observemos que se encuentra tranquila, que la presencia no le es incómoda, podemos permitir este contacto sin supervisión tan estrecha.
    • Es importante no emplear un tono reprobatorio en caso de que observemos que la persona con deterioro cognitivo no reconoce a este familiar. Vivirá este contacto como tenso y no comprenderá por qué motivo nos enfadamos con ellos. Podemos tratar de facilitarle el recuerdo recurriendo a memorias pasadas comunes, pero no debemos insistir en caso de que no logre recordar a través de esta estrategia.
  2. Anticipar las actividades que se van a llevar a cabo a la persona con deterioro cognitivo para facilitarle la comprensión de la situación y reducir su nivel de incertidumbre, el cual puede alternarles.
  3. Hacerle partícipe de estas fechas incluyéndole en las tareas que pueda realizar, como ayudar a quitar y poner la mesa o preparar platos sencillos, decoraciones…
  4. Si va a producirse un desplazamiento a casa de un familiar en la cual la persona con deterioro cognitivo no conoce, planifique con antelación las soluciones a cualquier eventualidad. Adecuar el entorno con buena iluminación, evitar entornos con muchos distractores (música de fondo, etc.), evitar herramientas o materiales peligrosos, etc. En la medida de lo posible, el lugar donde celebremos nuestras reuniones debe de tener disponible un espacio algo más alejado y tranquilo en el que el nivel de ruido sea inferior, especialmente si notamos nerviosa a la persona con deterioro cognitivo. Conviene conducir a nuestro familiar a este espacio ante las primeras señales de incomodidad, antes que el aumento del nivel de agitación conduzca a estallidos de conducta (gritos, irritabilidad, llanto…).
  5. Las navidades pueden llegar a generar tristeza en algunas personas. Resulta inevitable no recordar a aquellos que ya no están con nosotros y con el pasar de los años el número de sillas vacías aumenta inevitablemente. Estas ausencias pueden ser especialmente dolorosas para las personas mayores, que por lo general afrontan muchos duelos en la última etapa de su vida (esposo/a, hermanos, amistades e incluso hijos). Algunas personas con deterioro cognitivo pueden revivir recuerdos y emociones negativas en estas fechas. No suele ser bueno evitarlas o negarlas, pero sí que es positivo favorecer el surgimiento de emociones positivas (poner música navideña, revisar fotos que se asocien con momentos agradables…).
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