La neuropsicología para mayores se define como la disciplina científica que se dedica a estudiar la relación entre el cerebro y la conducta en pacientes con daño cerebral adquirido, trastornos neurodegenerativos o del neurodesarrollo.

El objetivo más extendido en demencia es la rehabilitación cognitiva y está indicada en aquellos casos en los que se detecta potencial de mejora en las capacidades cognitivas de la persona (lenguaje, memoria, atención, razonamiento, etc.). En otros casos, además de la cognición, es necesario atender e intervenir en los comportamientos, emociones o aspectos sociales de la persona.

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La importancia de la neuropsicología ante el deterioro cognitivo

Para evaluar los diferentes procesos, se utilizan una serie de pruebas psicométricas estandarizadas, lo que significa que estas pruebas han sido pasadas a sujetos sanos para poder establecer el rendimiento normativo a través de análisis estadísticos. Así, tras la realización de las pruebas, se comparan los resultados con el grupo de edad al que pertenece el paciente para comprobar si existe o no alteración del proceso cognitivo que evalúa dicho test. También se pregunta al paciente o a su entorno acerca de la realización de tareas en su vida cotidiana, pues es una información muy importante para sacar conclusiones diagnósticas, y a veces hay déficits que no aparecen en las pruebas pasadas.

A partir de la evaluación neuropsicológica se determina si es una pérdida de capacidades asociada a un envejecimiento sano. Por el contrario, si se trata de un deterioro cognitivo, se señalan las áreas que están afectadas, y con ello el tipo de deterioro observado (de tipo amnésico o no amnésico, que afecte a un área cognitiva o a varias).

Dicha valoración, junto con las técnicas de neuroimagen a través de las cuales se observa el estado del cerebro, permiten al neurólogo emitir un diagnóstico de deterioro cognitivo o demencia, el cual guiará la intervención farmacológica a llevar a cabo con dicho paciente, así como los posibles síntomas que puedan ir apareciendo. Las enfermedades neurodegenerativas más frecuentes son la Enfermedad de Alzheimer, la Enfermedad de Parkinson, Demencia por Cuerpos de Lewy, Demencia vascular yDemencia frontotemporal.

Además de los fármacos, es recomendable realizar desde el momento del diagnóstico una rehabilitación neuropsicológica adaptada a las condiciones de cada paciente, cuyos objetivos han de ser: el refuerzo de la autonomía del paciente, la guía de los familiares para hacer frente al déficit, el entrenamiento en estrategias compensatorias que permitan la menor incidencia posible de la alteración sobre la vida diaria, la creación de hábitos y rutinas y la estimulación cognitiva.

De esta manera, la estimulación cognitiva en mayores está incluida dentro de esta rehabilitación, y su principal objetivo es el entrenamiento de los procesos cognitivos alterados. Se basa en la repetición de diferentes actividades en las que se pone en práctica la capacidad alterada. Como propuso Ramón y Cajal, las conexiones neuronales se establecen y fortalecen a través de la estimulación. De hecho, se ha comprobado que los efectos de la rehabilitación cognitiva producen cambios a nivel conductual y también en la propia fisiología del cerebro. En el caso de procesos neurodegenerativos, el objetivo nunca será la obtención de una función cognitiva en el estado previo a la aparición del deterioro, sino la ralentización del proceso neurodegenerativo.

¿Qué es la rehabilitación neuropsicológica?

En 1942 Goldstein, afirmó que la era moderna de la rehabilitación comenzó durante la I Guerra Mundial en Alemania, tratando a los soldados heridos de guerra que tenían traumas cerebrales. En 1973, Luria, considerado por muchos el padre de la neuropsicología, realizo la aproximación más rigurosa y científica a la rehabilitación del daño cerebral. Este autor nos ha proporcionado uno de los mayores bagajes en el campo de la neuropsicología clínica y experimental con sus estudios con combatientes rusos.

Otro de los pioneros, que ejerció gran influencia en el Reino Unido, fue el profesor de Cambridge O.L. Zangwill, que sugirió tres enfoques principales: la compensación, la sustitución y el aprendizaje.

El interés desde entonces por la rehabilitación neuropsicológica, ha sido tan importante, que han aparecido numerosos artículos y libros que han sido publicados en los últimos años, así como en la aparición en 1991, de una revista especializada en el tema Neuropsichological Rehabilitation.

Willson (1987), fue una de las pioneras, en emplear el término rehabilitación neuropsicológica para hacer referencia al proceso donde las personas que han sufrido un daño cerebral pueden recuperar sus habilidades y en el caso de que ello no sea posible puedan al menos conseguir una óptima capacidad en su funcionamiento físico, mental, social y vocacional.  La define como un «proceso a través del cual la gente con daño cerebral trabaja junto con profesionales del servicio de salud para remediar o aliviar los déficits cognitivos que surgen tras una afección neurológica».

Y de forma más específica, Sholberg y Mateer (1989) han definido también la rehabilitación neuropsicológica como un proceso terapéutico dirigido a incrementar o mejorar la capacidad de un sujeto para procesar y utilizar adecuadamente la información (nivel cognitivo), así, como para potenciar su funcionamiento en su vida cotidiana (nivel conductual).

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¿Cuáles son sus objetivos?

La rehabilitación neuropsicológica persigue mejoras funcionales, para ello se vale del:

  • Uso de técnicas específicas
  • Creación de entornos óptimos.
  • Entrenamiento en estrategias compensatorias.
  • Adaptaciones ambientales.
  • Colaboración familiar.
  • Trabajo centrado en rutinas
  • Creación de expectativas realistas.

Y todo ello persigue dar AUTONOMÍA AL PACIENTE, de forma general podemos establecer 4 objetivos básicos:

  • Asegurar la autonomía personal y favorecer la socialización.
  • Favorecer la estimulación/rehabilitación de las funciones cognitivas superiores.
  • Acompañar a la persona en la toma de conciencia de sus dificultades.
  • Acompañar a la persona y sus allegados en el trabajo de elaborar un nuevo proyecto de vida.

Cuando comenzó a aplicarse, la rehabilitación neuropsicológica se centraba casi exclusivamente en la reestructuración de las funciones cognitivas tras un daño cerebral. Con el paso del tiempo, se vio que eso no era lo único importante sino que había que disminuir los problemas que causaba en la persona (descenso de la autoestima, ansiedad, inseguridad, sentimientos de rabia y tristeza, etc.) También, claro está había que incidir en aquellos aspectos sociales perjudicados por estos problemas, como la falta de participación de la persona en actividades sociales y la consiguiente falta de integración.

¿Quién es candidato a rehabilitación neuropsicológica?

Personas con daño cerebral adquirido, trastornos neurodegenerativos o del neurodesarrollo en los que se detecta potencial de recuperación o mejora. Por ejemplo:

  • Personas que han sufrido un traumatismo craneoencefálico (TCE) por un golpe severo, caída, accidente de tráfico, lesión por arma de fuego u otros
  • Personas que han sufrido asfixia, hipoxia
  • Personas que han sufrido un accidente cerebrovascular
  • Adultos que presentan deterioro cognitivo leve o demencia, principalmente en estadios tempranos de la enfermedad
  • Niños con trastornos del neurodesarrollo: Déficit de atención, Trastorno del aprendizaje no verbal, Trastorno específico del lenguaje…
  • Personas con enefemedades neuroinmunes o neurovíricas
  • Daños post neurocirujía
  • Pacientes de epilepsia, etc.

¿Quién la realiza?

El neuropsicólogo clínico,  que según el colegio oficial de psicólogos y el ministerio, en España el neuropsicólogo clínico es un profesional que, tras estudiar psicología, se especializa con formación teórica en el entendimiento de las capacidades mentales superiores y reúne más de 4.000 horas en la práctica clínica y acompaña su práctica de actividades docentes e investigadoras.  En nuestro centro Salus mayores, contamos con un perfil acreditado para la práctica de la neuropsicología clínica.

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